¿Tu gato te pide siempre de comer cuando estás, por ejemplo, cenando? Pues deberías tener mucho cuidado con esto, ya que hay algunos alimentos que tu gato nunca debe comer. En ocasiones, puede que le hayas ofrecido alguno sin ser consciente de que puede resultar tóxico para su organismo o, incluso, puede que se te haya caído un trozo al suelo y tu compañero haya sido muy hábil y rápido.

Independientemente de que te hayas encontrado en estas situaciones, debes saber con qué alimentos debes tener un mayor cuidado porque, en grandes cantidades, pueden constituir un grave riesgo para la salud de tu gato. Por lo tanto, aquí te dejamos 5 alimentos que tu gato nunca debe comer.

1. Los lácteos (yogures, leche)

Seguro que alguna vez te ha venido a la cabeza la imagen de un gato bebiendo leche. Es bastante habitual leer esto en libros o verlo en alguna película. Pero, la verdad es que los lácteos y los gatos no se llevan nada bien por algo fundamental: la lactosa. Sí, los gatos son intolerantes a ella y dársela puede provocarles diarreas, vómitos y un gran malestar. Vamos… al igual que cuando nosotros tenemos intolerancia.

2. Chocolate, da igual el tipo

Otro de los alimentos que tu gato nunca debe comer es el chocolate, una recomendación que también se aplica a los perros. ¿Tu compañero felino, alguna vez, ha rebañado un poco de chocolate que se te ha caído? Es demasiado rápido, y no lo puedes evitar, pero no te preocupes si esto ha ocurrido puntualmente y en muy pequeña cantidad. Lo grave es que lo coma como si no le pudiera hacer daño.

El problema de este producto dulce es que contiene teobromina, una sustancia que el organismo de los gatos elimina, pero de forma muy lenta. Cuando consumen demasiado chocolate, su organismo colapsa porque no es capaz de eliminar toda la teobromina, por lo que se produce una intoxicación. El ritmo cardíaco se les puede acelerar y puede aparecer un fallo sistémico multiorgánico que ponga en riesgo su vida.

3. Los frutos secos

Entre los alimentos que tu gato nunca debe comer están los frutos secos que debes mantener bien lejos de él y, además, recogerlos en cuanto se te caen al suelo. Si has dejado el bol de los frutos secos sin supervisión y tu gato ha metido su hocico en él y se ha dado un buen banquete, tal vez debas acudir al veterinario. Pues, probablemente, no tardará en manifestar algunos problemas digestivos.

4. Las frutas no son buenas

Otros alimentos que tu gato nunca debe comer son las frutas, especialmente los cítricos. Por lo general, su olor evitará que se acerquen demasiado a ellos y que, incluso, rechacen probarlos. Pero, esto es muy bueno. Pues si tu compañero come un limón, una naranja o un pomelo, es muy probable que empiece a manifestar diarreas y que esté más apático —porque le dolerá la barriga.

Asimismo, si te encanta el aguacate, mantenlo bien lejos de tu gato, ya que esta fruta contiene persina, una sustancia que es tóxica para los felinos. En el caso de que lo consuma, no dudes en acudir a nuestra clínica veterinaria. Haremos todo lo posible para que el pronóstico sea el mejor al poder tratarlo a tiempo.

5. Los huevos crudos

Un huevo crudo que acabas de batir porque te vas a hacer una tortilla puede llamar la curiosidad de tu gato. Como seguro que hace siempre, se acercará e intentará probarlo, pero no le debes dejar. Al igual que sucede con las personas, hacer esto puede provocar que tu compañero contraiga la salmonelosis. Puede llegar a sufrir diarrea con sangre, vomitar, presentar fiebre y deshidratarse. Así que ¡cuidado!

A veces, es imposible evitar que los gatos coman lo que no deben. Ya sea porque te ha caído un trozo de comida y te has despistado o porque has ido a abrirle al cartero y ha metido el hocico en tu plato. Sea como fuere, lo importante es que no le des estos alimentos como si realmente los pudiese comer y que tengas precaución. Mantenlos lo más lejos posible que puedas de tu gato y si necesitas consejo ¡llámanos!